La amistad en las letras
Jimena Flores[1]
Pocas personas son tan especiales para nosotros como los amigos, porque los queremos como a la familia y apreciamos por más razones que las buenas risas y los intereses compartidos. Pero, ¿qué hay de los escritores? Tiene sentido que ellos sean amigos de otros autores, porque cuando te dedicas a escribir, es importante tener a alguien a quien llamar para intercambiar ideas y que comprenda el famoso bloqueo.
Algunos de estos escritores encontraron amistad a través de temas en común e, incluso, por la rivalidad artística o el dolor. Pero la mayoría de ellos prueban que una amistad literaria es duradera, aunque a veces suelen ser tortuosas, porque en ocasiones no es sencillo aceptar y alegrarse por los logros del amigo o la amiga.
Sobre todo, cuando son logros que el otro quisiera para sí mismo; sin embargo, muchas veces el cariño se sobrepone y la lealtad se edifica a través del intercambio intelectual. Los amigos, después de todo, están para cuestionar, acompañar, entre muchas otras cosas. No hay duda de que las amistades literarias han dejado un legado de reflexión. Así que aquí hay algunos autores famosos que fueron amigos entrañables:
Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis
Su amistad comenzó en el año de 1949 y su diferencia con otras amistades, es que ambos realizaron un pacto de silencio, en el que evitarían los elogios mutuos. Pero estos dos grandes no cumplieron del todo ese trato ya que siempre buscaban la forma de criticarse, en ocasiones con humor e ironía. A pesar de ello, se llamaban con frecuencia para saludarse y confirmar que su amistad seguía sólida.
Alfonsina Storni y Horacio Quiroga
Alfonsina Storni, gran poeta argentina que desde niña fue imaginativa y curiosa, sin importar sus enfermedades, toda su poesía está sostenida en el amor y la reivindicación de las mujeres. Por su parte, el gran cuentista uruguayo que retrató como nadie el horror de la selva y la locura, tuvo una vida trágica, porque muchos de los seres que amaba murieron, como su primera esposa, la cual cometió suicidio. Esto lo llevó a aislarse de la gente en la selva durante una larga temporada.
Ambos mantuvieron una breve pero enrañable amistad, se reunían en el cine, en conciertos, tertulias y se escribían muchas cartas. Quiroga nunca demostró sentimientos amorosos hacia Storni, si no que la veía como su igual, ya que siempre se refería a ella con un profundo respeto y admiración. A pesar del distanciamiento, debido a que Quiroga se casó por segunda vez, el lazo siempre se mantuvo vivo. Incluso, cuando Quiroga falleció, Storni le dedicó un poema. Si quieres conocer más sobre aquella amistad, te recomendamos este libro https://bit.ly/3tW487s.
Harper Lee y Truman Capote
Se conocieron a los cinco años de edad y se hicieron amigos durante muchísimo tiempo. Escribieron juntos cuando pequeños, se protegieron mutuamente de los acosadores e, incluso, hicieron un viaje cuando fueron adultos. Lamentablemente, la amistad terminó debido a la falta de agradecimiento y a los celos, por ello Truman Capote comentó que Matar un ruiseñor (1960) se basa en su vida.
Lord Byron y Mary Shelly
El poeta Percy Shelley y su esposa, Mary Shelley, se hicieron buenos amigos de Lord Byron un verano, cuando los tres estaban de vacaciones en Ginebra, Suiza. Una noche, sentados frente al fuego, Byron sugirió que escribieran una historia de fantasmas. Mary no podía pensar en nada y se estresó por ello durante un par de días, mientras Byron seguía molestándola para que se le ocurriera algo espeluznante. Finalmente, presentó la historia de un cadáver reanimado, que finalmente se convirtió en la novela Frankenstein (1818).
Toni Morrison y James Baldwin
Se conocieron cuando Morrison trabajaba como editor en Random House. Toni trató de firmar con Baldwin un contrato de libros, que no funcionó. No obstante, comenzó una amistad de por vida. Ambos respetaban inmensamente la escritura del otro y disfrutaban de su compañía. Como Baldwin le dijo a su biógrafo: "Me encanta Toni y confío en ella". Si quieres leer lo que Toni Morrison pensó de su querido amigo, ármate con algunos pañuelos y lee el bello tributo que le dedicó en el New York Times https://bit.ly/37f6u7L.
Anne Sexton y Sylvia Plath
Ambas mujeres estudiaron en la Universidad de Boston, donde solían hablar sobre escritura y se reunían para tomar martinis, después de su seminario con Robert Lowell. Las dos se acompañaron en la lucha contra sus padecimientos mentales y rechazaron las expectativas que en esa época se les asignaba a las mujeres. A menudo se les considera poetas rivales, pero claramente también encontraron un espíritu afín la una en la otra.
J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis
Estos dos "padres de la fantasía" tuvieron una de las amistades de escritores más famosas de todos los tiempos. Se conocieron en Oxford y, aunque no fue del todo amistad a primera vista, pronto se unieron por la mitología, el lenguaje y la narración. No pasó mucho tiempo antes de que criticaran el trabajo del otro.
Tolkien pensaba que Lewis era un poco torpe con sus alegorías religiosas, mientras que éste sugería que el autor de El señor de los anillos tardaba demasiado en escribir sus epopeyas de fantasía. A pesar de estas diferencias, siguieron siendo amigos inseparables.
Y tú, ¿qué otras amistades entre escritores conoces? Acá te recomendamos algunos compendios de cartas donde se encuentran contenidas otras amistades literarias:
- Octavio Paz y Tomás Segovia: https://porrua.mx/cartas-a-tomas-segovia-9789681685751.html.
- Gabriela Mistral y Victoria Ocampo: https://porrua.mx/this-america-of-ours-9780292778603.html.
- Hannah Arendt y Mary McCarthy: https://porrua.mx/entre-amigas-9788426404022.html.
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[1] Egresada del Instituto Politécnico Nacional, ha participado en eventos culturales realizados por la Alcaldía Iztapalapa. Su curiosidad la ha llevado a enfocarse tanto en temas culturales como tecnológicos, un mix bastante interesante. Actualmente colabora en la gerencia de Mercadotecnia de Grupo Porrúa.
