Historia verdadera de la conquista de la Nueva España: Una análisis pertinente

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España: Una análisis pertinente

Esta crónica cuenta las desventuras y aciertos en cada viaje por las costas de América; además, constantemente “se quiere oír el acento del pueblo, semejante al balbuceo del niño y a la expresión sin autocensura del salvaje.”

Isabel Hernández E.[1]

Para hablar de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España https://bit.ly/3jXiLDl,  debemos empezar por decir quién fue Bernal Díaz del Castillo, su autor. Se estima que nació entre 1495 y 1496, en Medina del Campo, Castilla. Sirvió como soldado durante la conquista, escribió su obra como réplica a la escrita por López de Gómara, donde contaba su versión de la llegada de los españoles. Fue regidor de Guatemala, se dice que aprendió la lengua de los nativos. Su crónica fue impresa por primera vez en Madrid (1632) y hoy resulta un texto fundamental para el estudio de la historia de México.

En 1517, Francisco Hernández de Córdoba descubrió las costas de México, y nuestro cronista llegó bajo sus órdenes a la Nueva España como soldado. Se dice que a causa de las versiones que circulaban en aquél entonces de cómo había sucedido el encuentro de dos mundos —como algunos lo han llamado—, fue entonces que Bernal se animó a poner por escrito sus memorias, siendo ya viejo.

Según varios expertos, la obra de este soldado es considerada una de las fuentes más importantes para quienes desean conocer cómo se llevó a cabo la conquista en el continente americano, junto con obras como las Cartas de relación de Hernán Cortés https://bit.ly/3sg1rgy,  La historia general de las cosas en la Nueva España de Bernardino de Sahagún https://bit.ly/3m2fx48, Lienzo de Tlaxcala y La historia de la conquista de México de Francisco Gómez de Gómara. Y el valor de su obra, formada por 214 capítulos, radica en que el autor español “logró aprender la lengua de los indios. Recogió nociones y opiniones.”[2]

La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, proporciona otra cara de personajes, como Cortés, mismo que no figura como personaje principal, porque la sociedad, junto con los eventos que padecían los pobladores originarios, son realmente los protagonistas. Esta crónica también cuenta las desventuras y aciertos en cada viaje por las costas de América; además, constantemente “se quiere oír el acento del pueblo, semejante al balbuceo del niño y a la expresión sin autocensura del salvaje.”[3] Así, desatacan: costumbres, conocimiento de medicina, organización social, ritos espirituales, elementos artísticos, lenguas y medios de comunicación de los pueblos nativos.

La primera edición en Editorial Porrúa fue publicada en 1955 y, desde 1960, forma parte de la colección Sepan Cuantos… con el número 5. A la fecha ha contado con numerosas ediciones, siempre acompañada de un apéndice de textos complementarios, para la mejor comprensión de la obra.

La introducción fue escrita por poeta e historiador Joaquín Ramírez Cabañas, quien reconoce que Bernal Díaz del Castillo “procura cuidadosamente [...] indicarnos cuáles sucesos de los que va narrando presenció, como actor o testigo, cuáles le refirieron sus compañeros de armas y aquellos de que tuvo noticia por papeles o escrito ajenos […] Su relato no está construido para destacar y provocar admiración en torno a la figura de un héroe.”

Algunos de los capítulos más atractivos para estudio de los historiadores son:

Cap. LXXXIX Cómo el gran Montezuma vino a nuestros aposentos con muchos caciques que le acompañaban, y la plática que tuvo con nuestro capitán

Cap. XCI. De la manera y persona del Gran Señor Montezuma, y de cuán Grande Señor era

Cap. XCIII Cómo hicimos nuestra iglesia y altar en nuestro aposento, y una cruz fuera del aposento, y lo que más pasamos, y hallamos la sala y la recámara del tesoro del padre de Montezuma, y de cómo se acordó prender a Montezuma

Cap. CVII Cómo el gran Montezuma dijo a Cortés que le quería dar una hija de las suyas para que se casase con ella y no lo que Cortés de respondió, y todavía la tomó, y la servían y honraban como hija de tal señor

Cap. CLIX Cómo Cortés y los oficiales del rey acordaron de enviar a su majestad todo el oro que le había cabido de su real quinto de los despojos de México, y cómo se envió por sí la recámara del oro y joyas que fue de Montezuma y Guatemuz, y los que sobre ello acaeció

Cap. CCCXII De otras pláticas y relaciones que aquí van declaradas y serán agradables de oír

Cap. CCVIII Cómo los indios de toda la Nueva España tenían muchos sacrificios y torpedades, y se los quitamos y les impusimos en las cosas santas de buena doctrina

Cap. CLIII De la manera que peleamos, y de muchas batallas que los mexicanos nos daban, y las pláticas que con ellos tuvimos, y de cómo nuestros amigos se nos fueron a sus pueblos, y de otras muchas cosas que pasaron

Finalmente, Bernal Díaz del Castillo murió en Guatemala el 1 o 3 de enero de 1584[4], dejando por escrito lo único realmente valioso, que podía heredar: sus crónicas.  Aunque hoy, pudiera resultar un personaje desdibujado en cuanto a su personalidad y fisionomía, tenemos presentes algo más que las memorias de un hombre de 84 años: un tesoro sobre la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

 

[1] Egresada de la Licenciatura en Letras clásicas por la UNAM. Se ha desempeñado como Profesora tipo A en la FFyL de la UNAM, así mismo participó como moderadora del “Reto Lector Porrúa 2019” en la CDMX. Ha participado en diversos Coloquios relacionados con la Antigüedad Clásica, además del Congreso Nacional de Paleografía y Diplomática en México.

[2] Fuentes y Gómez,  “Introducción” en  Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Editorial Porrúa, México, 2019.

[3] Carlos Pereyra, Introducción” en  Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Editorial Porrúa, México, 2019.

[4] https://dbe.rah.es/biografias/5899/bernal-diaz-del-castillo

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