Bradbury, rumbo a Marte y más allá
Por Luis Zaldivar[1]
Quizá frente a la televisión muchos niños han imaginado que su misión en la vida es explorar el espacio, porque es un lugar desconocido que nos ha sido mostrado como maravilloso. Ahora sabemos que es un lugar en donde podríamos encontrar las respuestas del origen de la vida y el futuro de nuestro planeta.
Mucho antes de nuestros anhelos de subir a una nave y viajar a un nuevo planeta o una galaxia distante, un hombre como pocos ya había escrito sobre ello: Ray Bradbury, prolífico escritor estadounidense que nació el 22 de agosto de 1920. Hijo de una familia pobre, Bradbury trabajó como repartidor de periódicos. Pero en su tiempo libre leía varios libros en la biblioteca. De esta manera se preparó para convertirse en uno de los escritores de ciencia ficción más importantes del siglo XX.
Fue considerado como uno de los autores incipientes más importantes de los albores de la ficción contemporánea, con obras que contienen un amplio criterio de lo que se trata ser humano, con nuestros defectos, nuestros deseos y nuestra moral por encima de todo lo demás.
Bradbury llegó a escribir más de treinta compilaciones de relatos cortos, diez novelas, tres ensayos, obras de teatro e, incluso, colaboró con guiones de series de televisión y películas. Durante años, sus obras se consideraron íconos de la ficción y, aún hoy, sus libros nos muestran el mundo que él mismo creía que podía ser real. De sus libros podríamos considerar dos como los estandartes para el mundo de la ciencia ficción, y que marcaron notablemente el trabajo de posteriores autores: Crónicas Marcianas (1950) y Fahrenheit 451 (1953)
Crónicas Marcianas es una colección de relatos que Bradbury enfocó en una posible colonización futura del planeta Marte, a través de las narraciones de seis diferentes misiones tripuladas al Planeta Rojo. En el prólogo que elaboró Jorge Luis Borges para la primera edición argentina, publicada por Minotauro en 1955, el autor argentino explica que es uno de los libros de ficción más aterradores, en cuanto a las referencias de cómo el ser humano invade todo, lo contamina, lo diezma. Los humanos llevan sus costumbres a Marte y lo saturan con basura; las enfermedades terminan con la raza marciana sin el pudor de los humanos.
En Fahrenheit 451, Bradbury nos acerca a la visión de un futuro aterrador aún más preocupante que la invasión a un planeta: la censura ideológica. La novela lleva el nombre de la temperatura a la que arde el papel (451 grados Fahrenheit equivalen a más de 232 grados Celsius). En esta novela distópica, los “bomberos” se encargan de quemar cualquier libro que encuentren, y así ocultar la información a la sociedad. Uno de estos “bomberos”, de nombre Guy Montag, decide separarse de estas ideas totalitarias para unirse a la rebelión a favor de recopilar toda la información cultural posible antes que el fuego la consuma totalmente.
Ambas obras se han adaptado al cine, aunque la más famosa es la versión cinematográfica de Fahrenheit 451, dirigida por el cineasta francés François Truffaut en 1966, con una nueva adaptación para el canal HBO en 2018. La influencia de los relatos y novelas de Ray Bradbury han llegado a niveles de conciencia muy amplios: es considerado uno de los escritores con visión moral muy importante, al nivel de autores como Aldous Huxley con Un mundo feliz, o George Orwell con 1984.
Bradbury muestra la naturaleza humana a través de personajes que contemplan las angustiantes consecuencias de su obra. El mismo Bradbury trató de explicar que no intentaba mostrar el posible futuro de la humanidad, sino dar una advertencia para que ciertas prácticas no terminaran en censura, o bien, en la contaminación de nuestro planeta antes de que fuese demasiado tarde.
Ray Bradbury falleció en 2012, a la edad de 91 años, y con su muerte física llegó la gloria eterna de sus ideas. Cuando lleguemos a Marte en 2030, haya o no marcianos viviendo entre libros de plata y paredes de cristal que dan frutas, deberíamos estar listos para tratar a ese planeta con respeto y amabilidad. Y si en el futuro la censura nos llega a invadir, nos impondremos para rescatar del fuego de la invisibilidad todo aquello que nos ayude a ser mejores seres humanos.
[1] Egresado en Filosofía por la UNAM, es autor de varios relatos y ensayos, además de autor de la columna "El Rincón del Miedo", del periódico Aquí. Se desempeña como librero y agente multiplicador en Librerías Porrúa.