El encanto por lo cósmico y el horror: Lovecraft

El encanto por lo cósmico y el horror: Lovecraft

Luis Zaldivar[1]

Coincido con algunos lectores con lo que aquí voy a contarles: Lovecraft es un escritor muy importante. No podríamos imaginar a un Cronenberg o un Carpenter inspirarse para películas tan emblemáticas como Videodrome The Thing, sin la influencia directa del escritor de Providence, Rhode Island, Estados Unidos. 

Sin lugar a dudas, Howard Phillips Lovecraft, escritor, ensayista y cuentista, es considerado uno de los autores más importantes de la literatura fantástica y de terror de todos los tiempos, sólo a la par de maestros del género como Edgar Allan Poe, Stephen King o Clive Barker, por mencionar a algunos. ¿Qué lo hace tan interesante y diferente a los demás? Inspirado en el terror y la melancolía de Poe, Lovecraft diseñó su propio universo literario, compuesto por brujas, hechiceros y cultistas, pero con un elemento nuevo: la existencia implícita y aterradora de razas extraterrestres y horrores cósmicos que influyen en los personajes de sus novelas cortas y cuentos. 

Este universo complejo y lleno de simbolismo antiguo es conocido como “Los Mitos de Cthulhu”, en honor a uno de los dioses extraterrestres más emblemáticos de la literatura lovecraftiana: Cthulhu, un ser gigantesco con cabeza de pulpo, alas de dragón y poderes de locura inconcebibles. Estos Mitos fueron creciendo con las colaboraciones de escritores menos famosos, como Clark Ashton Smith, Robert Bloch, August Derleth o Robert E. Howard, por mencionar algunos, cuya relación de amistad con Lovecraft, a través de cartas, les ayudó a complementar este universo con más relatos y cuentos que terminaron en este nutrido y organizado universo literario. 

Y no sólo eso, Lovecraft era también un apasionado escritor de ensayos, donde daba más detalles de su fascinación por la literatura fantástica y cómo escribirla, así como de poemas que, por sí mismos, incluyen una belleza implícita dentro de un mundo tan aterrador como el que él mismo creó. ¿De dónde, pues, venía su inspiración? De la familia, el mundo exterior y la Primera Guerra Mundial, que acababa de terminar. 

Lovecraft creció en una familia acomodada, pero sus padres, afectados por la sífilis, murieron en la total locura. Su abuelo materno, después de proporcionarles una vida opulenta, a su muerte dejó en la ruina, a él y a sus tías, quienes lo vestían de niña. Sin embargo, sus ansias de conocer el mundo le hicieron leer mitología griega y nórdica, Historia antigua, desde Egipto hasta la India e, incluso, las culturas prehispánicas de América. Todo este conocimiento influyó en su posterior trabajo, en el que combinó historia y hechos, aparentemente reales, con la fantasía. 

El terror de la Guerra Mundial y de la crisis que se cernía en Estados Unidos en la década de 20, además de las recientes investigaciones de la época sobre la radiación, el espacio y la biología en general, contribuyeron, en gran medida, a darle forma al trabajo de Lovecraft. Todo esto fue propicio para que él diera un banderazo de salida a su propio universo, a sus creaciones aterradoras y a ese mundo que, aunque parece normal, está siempre en acecho constante por fuerzas más allá de lo que podemos ver.

Su trabajo, aunque poco alabado, fue rescatado a partir de los años 70 y puesto de moda entre lectores de ficción. Con su muerte, en 1937, la mayoría de su trabajo quedó en el olvido, pero sus amigos del Círculo de Lovecraft lo revivieron poco después e, incluso, el escritor argentino Jorge Luis Borges lo retomó como inspiración para algunos de sus mejores cuentos. 

Tan grande es el universo de Lovecraft y sus Mitos de Cthulhu que, entre sus letras, pueden distinguirse varios personajes icónicos de los mismos cuentos: Yog-Sothoth (ser amorfo de gran poder que guarda la entrada al caos absoluto), Nyarlathothep (emisario de Yog-Sothoth, ser que cambia de forma constantemente), Azathoth (enorme masa de tentáculos que flota en el infinito, causando locura a quienes lo invocan), los Primordiales (seres con alas y tentáculos parecidos a estrellas de mar que crearon la vida en la Tierra), Tsathoggua (ser parecido a una rana, que influye en la maldad de las personas), o los Profundos (seres anfibios marinos que otorgan tesoros a cambio de sacrificios humanos), por mencionar algunos, incluyendo, claro, al mismísimo Cthulhu. Todos estos seres también han influenciado películas, cómics, series de televisión y hasta juegos de mesa, en los cuales sus rasgos aún hoy prevalecen. 

Ha resultado fascinante este universo literario, que es aún vigente, mientras muchos creen que Lovecraft se inspiró en una realidad oculta y en seres reales: tenemos el Necronomicón, libro ficticio que Lovecraft incluye en varios de sus relatos, pero cuya existencia es falsa, aunque muchos insisten en que el libro existe, y es la clave para abrir portales a otras dimensiones. Aunque ese mundo no sea real, los fanáticos lo han convertido en algo bastante tangible: se han creado más cuentos que complementan ese universo, las criaturas que Lovecraft creó son inspiración para trabajos de autores como Alan Moore en el mundo del cómic o Guillermo del Toro en el cine; hasta se comercializan muñecos, videojuegos y peluches inspirados en Cthulhu o en otros entes espaciales. 

No hay duda de que Lovecraft se ha convertido en el referente preferido de la ciencia ficción y el terror durante el siglo XX y, en la actualidad, ha cosechado más seguidores. Dentro de los ejemplares que ofrece Editorial Porrúa, se encuentran dos antologías con los cuentos más emblemáticos del autor, en la colección Quarto de Hora, cuyo trabajo de compilación corre a cargo del escritor José Luis Trueba Lara. Además, se acaba de editar una versión en solitario del relato La Llamada de Cthulhu, en la colección de clásicos de Círculo Editorial Azteca, que incluye un prólogo del comediante y conductor de televisión Carlos “El Capi” Pérez. Ahora que conoces un poco más del universo literario de H.P. Lovecraft, te invitamos a leer sus aterradores cuentos. ¿Te atreverías a visitar el ominoso mundo de lo desconocido? 

 

[1] Egresado en Filosofía por la UNAM, es autor de varios relatos y ensayos, además de autor de la columna "El Rincón del Miedo", del periódico Aquí. Se desempeña como librero y agente multiplicador en Librerías Porrúa.