Senado del estado libre y soberano de Puebla en el siglo XIX

Instalado en un contexto equidistante entre el triunfo de la restauración de la República y la época del porfiriato, el restablecimiento o supresión del Senado jugó un papel estratégico para el desarrollo de los intereses geopolíticos tanto nacionales como estatales, entendiéndose por ello que no había fundamento constitucional expreso que impidiera su presencia concurrente en ambos niveles de gobierno, tal como actualmente sucede.Ya poco antes de iniciada la Revolución de Ayutla, por la cual se depuso la dictadura de Santa Anna, la desaparición de la institución senatorial federal había acaecido con la disolución del Congreso de la Unión en enero de 1853, y desde entonces los beneficios e inconveniencias que aparejaban su existencia fueron incidiendo en su reintauración, pues el haber desaparecido la Cámara alta en la Constitución de 1857 obedeció a la necesidad circunstancial de acelerar la realización del proyecto constitucional del plan revolucionario mencionado, así como a la premura por expeditar las reformas político-económicas del mismo, al mismo tiempo que se examinarían los actos de la experiencia dictatorial derrocada y se conformaban los ideales liberales al abandonar un organismo aristocratizado.A partir de ese momento, las posibilidades de reivindicar al Senado fueron nulificadas dado el acontecer convulso que provocan la reacción conservadora en contra de la Leyes de Reforma y, ulteriormente, la implantación de facto de un gobierno imperial transitorio, esto, desde luego, al margen de la indisposición al respecto del sector liberal más recalcitrante.