Los testigos

Un profesor de matemáticas, antiguo luchador social, ahora apóstata marxista, al reencontrarse con su doloroso pasado y ante la imposibilidad de obtener justicia; encuentra como único fin de su existencia la venganza. Se trata de un hombre que al haber sido una víctima no le importará convertirse ahora en victimario.Una mujer, profesional y económicamente exitosa, que gracias a su ambición ha logrado ascender en la escala social, acostumbrada a hacer lo que sea para obtener lo que desea, descubre que alguien sigue sus pasos, que alguien amenaza con remover las piedras de un tiempo que ella creía sepultado.La novela aviva la memoria y ahuyenta al olvido de un episodio que dejó una honda herida en la historia de México: el 2 de octubre de 1968. Es, asimismo, una obra punzante que penetra en lo más profundo del inconsciente mexicano, una aguda radiografía de un país que pareciera condenado a repetirse en sus injusticias, en sus errores.A través de la mirada de sus personajes, y de una trama llena de misterio, la autora se acerca a los dos polos de una nación dividida. Desde una mirada escéptica escudriña, por un lado, las consignas y las prácticas de una izquierda alejada de sus principios, así como la impotencia del disidente frente a los mecanismos del sistema, y por otro, retrata con agudeza a un sector de la sociedad mexicana embriagado en sus privilegios, que rechaza romper con su cotidianidad y que permanece adormecido en los brazos del individualismo, horrorizado más que indiferente ante los conceptos de bien común y lucha social.Los testigos es una novela asombrosamente experta, sagaz y potente que tiene tanto el hábil control de la maquinaria del suspenso como la sutileza analítica frente a los motivos de las accioneshumanas. Su impostergable lectura iluminará zonas del tipo de país en el que vivimos, al mismo tiempo que conmoverá al lector con la energía de su planteamiento.Guillermo Sheridan