Los pazos de Ulloa

$95.00
En existencias
ISBN
9789999051118
El lector que en el presente lee por vez primera las novelas de Emilia Pardo Bazán -y en este caso concreto Los Pazos de Ulloa- no podrá menos que sentir dos impresiones aparentemente contradictorias. Una, positiva, es la sensación de lo conocido, de que se adentra en un mundo familiar, en un ámbito cuyos rincones y moblaje estaban previstos, estaban ahí desde hace mucho tiempo. Otra, negativa, consiste en que a ese mundo le falta algo, y algo esencial: concavidades, profundidad, misterio. Se echa de menos la sombra, el quizá leve pero siempre perturbador desasosiego que producen los ángulos poco alumbrados. Se Echa de menos el vértigo de los abismos. Quizá sea éste un defecto bastante generalizado en la novela del siglo XIX, particularmente en España. No lo es, sin embargo, en la rusa, que la Pardo Bazán fue una de las primeras en dar a conocer en la Península. El hecho es que en Los Pazos de Ulloa todo está en primer plano, abierto, iluminado. No hay trasfondos ni recovecos, como no los hubo en la mayor parte de la obra de doña Emilia. No hay equívocos. Todo es demasiado fácil, lineal, evidente. y ello resulta ameno, gustoso, inclusive enternecedor, pero los maliciosos lectores de la actualidad echan en falta las incógnitas, los sobresaltos y las angustias que plantean todas las obras maestras. ¿No será el de esta escritora un nuevo caso de voracidad de la pantera del sensualismo que cita Ortega y Gasset? ¿No es, en pocas palabras, plana, ingenua, superficial? Ya pesar de ello, aunque las generaciones actuales están en el trance de olvidar por completo el mundo iluso del siglo pasado, todavía amable en muchos aspectos, los zapapicos aún no terminan su labor. Aquellas viejas novelas estaban sólidamente construidas y no es fácil derruirlas, como tampoco es fácil orientarse ahora entre el polvo y el cascajo de la demolición. Solían ser tan obvias, tan inocentes, que el lector presente, enviciado por una nueva retórica: la sutileza, el compromiso, la violencia, la sofisticación, el alambicamiento, sonríe: indulgente, comprensivo, un poco, un mucho pedante. Pero ya en los tiempos de la novelista, un crítico ácido e inteligente, quizá el más profundo de la época. Leopoldo Alas, "Clarín", la había llamado "prosaica".
Más Información
Formato Fisico
Editorial Editorial Porrúa México
Colección Sepan Cuantos
Categoría Ficción y temas afines
Temática Ficción clásica
Páginas 160
Idioma Español / Castellano
Edición 2 , 1979
Autor(es) Emilia Pardo Bazán
Encuadernación Tela cosida en hilo
Audiencia Jóvenes adultos
Escriba Su Propia Opinión
Sólo los usuarios registrados pueden escribir opiniones. Por favor ingrese o cree una cuenta