La reforma petrolera: el paso necesario

Durante más de setenta años, el petróleo ha sido parte esencial de la vida de México, conviniéndose en una palanca para el crecimiento económico y el desarrollo social del país. Durante las próximas décadas el petróleo continuará siendo un recurso energético estratégico para la Nación. Los datos de la Agencia Internacional de Energía señalan que a mediados del siglo XXI el 80 por ciento de la demanda a nivel internacional será cubierta con combustibles fósiles. México es un país con una enorme riqueza petrolera. Sin embargo, hoy la industria enfrenta una serie de desafíos que es necesario superar para que los mexicanos, tanto de la generación de hoy como la de mañana, puedan contar con el suministro oportuno y de calidad de este valioso recurso. En los últimos años se ha observado una dramática caída en la producción de crudo, la cual acumula ya más de medio millón de barriles diarios con respecto al nivel máximo alcanzado en 2004. Asimismo, las reservas de hidrocarburos no se han podido restituir al 100 por ciento y como consecuencia de ello, al ritmo de producción actual, existen reservas probadas para poco más de nueve años. Esta situación se explica, fundamentalmente, por la declinación natural de los principales yacimientos petroleros y en particular, de Cantarell. Otro tema de gran relevancia es el de refinación: hoy se importan cuatro de cada diez litros de gasolina: uno de cada siete litros de diesel; uno de cada tres kilos de gas LP y uno de cada ocho metros cúbicos de gas natural que se consumen a nivel nacional. Bajo este esquema se están trasladando empleos, inversiones e impuestos al extranjero cuando éstos deberían generarse en México.