El secuestro en México
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ISBN
9789700762142
La figura delictiva del secuestro fue reglamentada en nuestro país desde el ordenamiento punitivo de 1871, llamado también "Código Martínez de Castro"; sin embargo, con el transcurso del tiempo, su operatividad y proliferación la exhiben como una rentable industria criminal. Este desarrollo se debe, sin lugar a dudas, a otra figura delictiva aún novedosa para la legislación mexicana denominada: "delincuencia organizada", al nacer dicho concepto en el año de 1993, cuando duplicó el plazo de retención de 48 a 96 horas en aquellos casos en que la ley prevea esa circunstancia, de conformidad con el artículo 16 constitucional. Poder explicar ambas comisiones delictivas requiere un análisis retrospectivo de los gobiernos revolucionarios junto con sus autoridades, ya que en su seno se fueron creando alianzas, excesos, desviaciones, protecciones e impunidades, que ahora el Estado se encuentra confinado a un limitado número de opciones. En el año de 1971, bajo la administración del presidente Luis Echeverría Álvarez, la sociedad se conmovió ante el secuestro del señor Julio Hirschfeld Almada, empresario y director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA); los secuestros de hoy están fuera de cualquier parámetro. Después del Estado corporativista, clientelar, protector e intervencionista, se gestó a su amparo una clase que fue creciendo y medrando, de tal magnitud, que ahora este garante de la sociedad se encuentra secuestrado a las veleidades del poder que engendró.
Formato | Fisico |
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Editorial | Editorial Porrúa México |
Colección | Biblioteca Jurídica |
Categoría | Teoría del delito |
Temática | |
Páginas | 160 |
Idioma | Español / Castellano |
Edición | 1 , 2006 |
Autor(es) | Manuel Carrión Tizcareño |
Encuadernación | Rústica cosida en hilo |
Audiencia | Jóvenes adultos |
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