DIETAS BAJAS EN CARBOHIDRATOS

El terna de fondo de la presente obra gira en torno a la prevención de infartos mediante el empleo de dietas bajas en carbohidratos. Se trata de un enfoque novedoso que disminuye sustancialmente la concentración de los triglicéridos, colesterol total y colesterol malo en el torrente sanguíneo. La obesidad desencadena un conjunto de factores de riesgo de infarto denominado síndrome metabólico, que empieza precisamente con la obesidad, a la cual le sigue una serie de eventos sucesivos: hipercolesterolemia (dislipidemia), hipertensión y diabetes, que ocasionan los infartos. En México, la frecuencia de este síndrome ocurre en 40 a 60 % de los casos, en lo que a morbimortalidad se refiere; dicho síndrome triplica el riesgo de infartos y duplica la mortalidad por esta causa, constituyendo un grave problema de salud pública. Las causas del mencionado síndrome son la herencia, los estilos de vida y, muy especialmente, las dietas altas en carbohidratos, junto con el sedentarismo y la resistencia a la insulina. Las revisiones científicas más recientes sobre el tema, muestran que la restricción de carbohidratos inhibe rápidamente la producción de insulina, lo que convierte a esta práctica en el remedio más natural para combatir el síndrome metabólico y, por tanto, la principal medida preventiva contra el infarto.