Rincones acogedores

Con las casas ocurre lo mismo que con las personas: hay algunas con las que, no se sabe muy bien porque, no se sabe muy bien cómo, establecemos espontáneamente lazos afectivos. Son casas, son entornos, son personas, que consiguen sacar lo mejor de nosotros mismos. Rincones Acogedores propone múltiples ideas que desvelan ese misterio, ese porque, ese cómo. En realidad, crear un entorno que nos transmita energía positiva, que nos ayude a sentir que hemos encontrado nuestro lugar en el mundo, no es tan difícil como parece. Básicamente, hacen falta dos ingredientes: por un lado, cariño, escogiendo cada pieza, cada tela, cada luz y cada sombra, con la conciencia de que a partir de entonces entraran a formar parte de nuestras vidas, y, por otro lado, la sensibilidad suficiente para ser capaces de percibir el "alma" de las cosas y las formas que nos rodean. El cariño y la sensibilidad son, pues, la base sobre la que se han escogido todas las imágenes que ilustran este libro. En cada caso, la decoración está hecha a medida de las personas que la habitan, estableciendo un diálogo simbiótico, en virtud del cual lo uno no sería posible sin lo otro. Es decir, es una decoración viva, donde cada objeto ocupa su lugar preciso en relación a los otros y a las circunstancias concretas que definen, en ese momento, a los habitantes de la casa.