Qué hacer contra el maltrato laboral

Una persona inteligente y capacitada no tiene por qué recurrir al maltrato, una persona inteligente es capaz de dar una instrucción precisa, coherente, estructurada, es capaz de explicar y argumentar las cosas, es capaz de organizar, distribuir y equilibrar el trabajo; es capaz de dar órdenes sin insultar a los demás para que le obedezcan. El tonto cree, y asegura, que, si no es lo suficientemente grosero, y lo que llama firme, con las personas a su alrededor, estas no le harán caso, no le obedecerán. Es, por mucho, menos inteligente quien tiene que gritar para ser escuchado, que quien sabe hablar y es obedecido. Siendo objetivo, es muy triste, debe ser terrible sentirse tan poco capaz, ser tan poco inteligente, como para no poder hacer que las personas le sigan, le comprendan, que su única herramienta en la vida sea insultar a los demás para ganarse, lo que ridículamente cree es respeto. El problema, es que la otra persona, la que es maltratada, necesita de su trabajo.