En Un mundo feliz rige la tríada comunidad, identidad, estabilidad. La comunidad es un estadio en el cual el individuo está incondicionalmente subordinado al funcionamiento del todo, la identidad significa la anulación de las diferencias personales y la estabilidad implica el final de cualquier dinámica social. En la sociedad inventada por Huxley, los seres humanos no son sólo consumidores de los Artículos fabricados en serie por las grandes empresas, sino que también, al ir perdiendo su individualidad, parecen producidos por la omnipotencia de éstas. La novela y los ensayos reunidos en Retorno a un mundo feliz constituyen una alerta futurista, resultado del sedimento racionalizado del pánico, reacción de los emigrantes europeos llegados a América, especialmente de los intelectuales, ante el trauma que el Nuevo Mundo causa a quienes intentan resistir la cosificación.