La individualización de la pena de prisión

La pena, como lo han expresado Roxin, Ferrajoli y otros destacados juristas, en particular la pena de prisión, "es quizá el problema más clásico de la filosofía del duelo". En la fase de la individualización de la pena, de acuerdo a la medida de la culpabilidad, apoyada a su vez en el contenido del injusto de la conducta típica. Dicha pena debe permitir, por un lado, la resocialización del delincuente y, por otro, el restablecimiento del orden jurídico, y en ello juega papel decisivo el estudio de personalidad del delincuente. Criminología, política criminal y dogmática penal son los pilares que fundamentan la determinación legal, judicial y ejecutiva de la pena, que operan como un todo, no son piezas aisladas, y así lo expone el autor, quien examina los criterios peligrosistas y de culpabilidad por el acto, que dominan la escena judicial mexicana. El autor analiza los modelos español, alemán y mexicano, y de este último el método del olfato, el sistema decimal y el método de los once grafos, como propuestas para racionalizar el arbitrio judicial en la individualización de la pena. Una reflexión envuelve este dramático tema: "El juez es un hombre a quien le toca jugar a ser Dios, a decir el destino de otros hombres, cuando sólo es aprendiz de brujo".