EL RETO DE SER MAMA Y EJECUTIVA

Casi todas nos embarcamos en el asombroso viaje de la maternidad sin darnos cuenta de cuánto tiempo diario significa actualmente la educación de los hijos. Antes de tener hijos, ¿quién de nosotras podría siquiera imaginarse en pasar un día entero sin poder tomarse cinco minutos para darse un baño? Sin embargo, cualquier madre con un recién nacido se habrá pasado muchas horas en bata, sin bañarse ni arreglarse, concentrada únicamente en las necesidades de su bebé. ¿Y quién podría imaginarse que la vida académica, social y deportiva de una chica de dieciséis años podría verse tan restringida que dejaría a una madre promedio sin tiempo para preparar la cena -mucho menos para sentarse a leer el periódico? Todas hemos pasado también por eso. Tracy Lyn Moland también ha pasado por eso. Y fue a partir de esta primera experiencia que descubrió que era posible -y necesario- que todas las mamás se forjen una identidad aparte de la que ejercen en su papel de madres. Lo que es más, Tracy nos enseña a recuperar nuestro sentido de individualidad y a convertirnos en mejores madres durante el proceso. Su secreto es utilizar habilidades directivas eficaces para explorar sueños, fijar metas y organizar el tiempo y el espacio.