El príncipe idiota · El sepulcro de los vivos

Desde joven, Dostoievski se acercó a los círculos revolucionarios de Rusia en búsqueda de la conciliación de dos ideologías, su cristianismo primitivo, comunista, y el materialismo de los grupos progresistas, también primitivo, que desde su percepción tendían hacia un fin común: la abolición de la injusticia en el mundo. En El príncipe idiota, como en gran parte de las novelas posteriores del autor, se refleja un desencanto revolucionario; abundan los ataques en contra de nihilistas y socialistas. En el desarrollo de la historia se mezclan como en un caleidoscopio todos los elementos de su obra pasada y futura, girando en torno de una temática perenne: la sed de riquezas. El sepulcro de los vivos, escrita después de que Dostoievski estuvo preso durante cinco años en Siberia, cuenta la dantesca vida de un hombre en prisión. Esta cruda y amarga experiencia definió de manera rotunda la nueva trayectoria de su narrativa y estilo único, capaz de comprender las causas que envilecen al ser humano.