Dramaturgia terminal Cuatro obras

En estas obras es un acto, Vicente Leñero toca cuatro momentos clave en la psique y la historia de México. En Don Juan en Chapultepec evoca el derrumbe del imperio de los Habsburgo al volvernos testigos de las relaciones afectivas entre el dramaturgo español José Zorrilla, la emperatriz Carlota y su esposo Maximiliano. Aquí Leñero mezcla con enorme soltura la historia documental con el vuelo de su imaginación. Y lo hace con tal habilidad, que resulta difícil determinar dónde empieza una y en qué momento termina la otra. Con Avaricia nos adentramos en el mundo esperpéntico de la política mexicana protagonizada por Carranza y Obregón a través del lente implacable del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez. Mediante estas escenas desmitificadoras y las carcajadas de auto escarnio de los personajes, Leñero nos enfrenta, una vez más, con el lado oscuro de nuestra historia. Todos somos Marcos, como Don Juan en Chapultepec, es una obra agilísima que opera en varios niveles simultáneamente para explotar los anhelos y temores de los mexicanos ante la insurrección zapatista de enero de 1994. Además, pone al descubierto cómo la política –a veces de manera sutil y a veces con la fuerza de una resolución- incide en las relaciones entre amor, política y amistad.