Más allá del rojo
Mirna G. Cabello[1]
Guillermo Arriaga es reconocido a nivel mundial tanto en cine como en literatura por ser autor de grandes obras, como Amores perros, ganadora del Globo de Oro y Premio Bafta; así como El Salvaje, Premio Mazatlán de Literatura de 2017. Su última entrega, Salvar el fuego, fue ganadora del Premio Alfaguara 2020. En esta novela regala al lector una historia de amor que la rodea un golpe de realidad mexicana.
En la narrativa hay un acuerdo implícito entre el autor y el lector: la ficcionalidad. El receptor es consciente de que el texto es un universo imaginario. No obstante, Salvar el fuego hace difícil este pacto, debido a la autenticidad que hay en sus líneas y entre éstas.
Arriaga toca distintos vértices de la violencia que se vive día a día en el país, desde los cárteles coludidos con el Estado, las situaciones precarias de los sistemas penitenciarios, la falta de oportunidades, los sobornos en todos los estratos, la explotación laboral, los feminicidios: el día a día mexicano. La brutalidad del sistema sirve como escenario para una relación entre Marina y José Cuauhtémoc.
A manera de contraste se es testigo del amor y la pasión de los protagonistas. Ella, una señora adinerada, con un círculo social importante, dueña de una academia de ballet, con la vida y la familia típicamente perfecta; él, un preso condenado a cincuenta años en un reclusorio de la Ciudad de México por homicidio múltiple.
El lector observa detenidamente dos vidas paralelas a distintos tiempos que por la fuerza de atracción terminan en colisión, para ella de bestialidad y para él de aire fresco. No es una típica historia de amor, sino una historia de dos mundos distintos que convergen en una prisión, y gracias a las distintas voces narrativas que guían la lectura, el lector es cómplice tanto del amor como de la corrupción humana.
En esta historia resulta evidente que la muerte es una constante diaria para los que están llenos de rabia, que nacen y se desenvuelven en la brutal realidad mexicana. Los ambientes en el lienzo de la novela se tiñen de distintos matices de rojo, debido a que la sangre, la muerte y el amor acompañan las pasiones de los protagonistas, al igual que sus escenarios. Dicho esto, no es un texto que se quede encajonado con un solo tema; el amor es pretexto para hacer notar la realidad de las grandes minorías. Arriaga nos pinta un cuadro de México donde en el centro de éste hay dos inverosímiles con un rojo envolviéndolos.
[1] Egresada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM). Ha sido becaria en Grupo Porrúa. Fue asistente del Taller de Creación Narrativa de la FCPyS (UNAM). Interesada en la cadena de libro, la novela latinoamericana, el boom latinoamericano, la literatura social y la poesía mexicana.